Hola Cool Friends!
Cada día que sacamos a pasear a nuestro perrito Quico los niños se vuelven locos cuando pasamos por las vías del tren, o cuando oyen el sonido de aviso y ven bajarse las barreras que cortan el tráfico para dejar pasar al metro.
Pancho se pone a chillar como un poseído TEN TEN! Y Carola se lanza corriendo a ponerse lo más cerca posible para verlo pasar, con nuestros gritos de fondo de CAROLA MAS LEJOS!
Es una de las cosas que tiene vivir en un pueblo.
Hace unas semanas decidimos hacer una excursión para que los niños visitarán a su papá en el trabajo y cogimos el metro. No os podéis imaginar la emoción de los dos.
Pancho estaba alucinado y le costó bastante reaccionar, cuando se abrieron las puertas y vió que nos subíamos se quedó paralizado un buen rato y Carola no paró de cotorrear en todo el trayecto.
Estuvimos una hora para comprar los billetes (ellos tenían que apretar los botones) y otra hora para hacer los transbordos pero creedme que valió la pena
Os recomiendo a todos que probéis con los niños que normalmente no utilicen este medio de transporte porque les va a encantar.
MEMOMA
Don´t forget to be cool!
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